miércoles, 25 de septiembre de 2013

NO LLORES...YO TE DARÉ LA MAESTRA

"No llores... yo te daré la maestra".  Son las palabras que escuchó a los nueve años Don Bosco, en su primer sueño.  Desde entonces y hasta el final de su existencia, María acompañó a Don Bosco en sus momentos de incertidumbre, ahí esta indicando el camino, descubriendo los alcances y la profundidad de la misión del Santo.
La Santísima Virgen, en los instantes difíciles, anima, orienta e ilumina revelando el futuro de la obra salesiana.
Siempre esta ella como guía, como maestra, como madre y corresponde con generosidad.
Miles y miles de milagros ha hecho, por eso Don Bosco afirma -"Cada ladrillo de la iglesia de María Auxiliadora es una gracia concedida por la Virgen" Y al final de su vida exclama con enorme gratitud: -"Ella lo ha hecho todo".
Papá, Mamá:  No solo recemos a la Santísima Virgen, ni llevemos solo la medalla en el cuello, recemos y esforcémonos por evitar todo lo que le desagrada a Dios y vivamos imitando las virtudes de la Santísima Virgen María.  ¡Recemos en familia!
María es modelo y prototipo de virtudes que estimula y marca el camino a seguir.
Acepta la palabra de Dios y, con generosidad y fidelidad afronta todas las consecuencias.
Se manifiesta siempre sencilla, solicita ayuda para todos, reflexiva de las maravillas que Dios hace en su persona.
Ella esta siempre en una actitud de agradecimiento al Señor en todo lo que hace por su medio.
Acompaña a su hijo con fortaleza y afecto, en la humildad y el silencio.  Desde la cuna hasta la cruz.  Aún sin entender nada.  .
Ella siempre resplandece por su pureza, su oración y su presencia amorosa en medio de la comunidad de los apóstoles.
Para Don Bosco la devoción a María es orientar a los jóvenes a una práctica devota de las virtudes de la Santísima Virgen.

Aportación Familia Rangel Álvarez.

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