lunes, 2 de enero de 2017

Un mes con Don Bosco – Día 02: “El pequeño prestidigitador y saltimbanqui”

Juan ha visto un ejército de muchachos, en el sueño. Aquel Señor y aquella Señora le han invitado a hacerles el bien. ¿Por qué no comenzar en seguida? Muchachos, ya conoce bastantes: los compañeros de juegos, los pequeños mozos que viven en los caceríos espacidos por los campos. Muchos son buenos muchachos, pero otros son vulgares, blasfemos.
En invierno, muchas familias pasaban juntas la velada en un establo grande, donde los bueyes y las vacas hacían de radiadores. Mientras las mujeres hilaban y los hombres fumaban la pipa, Juan comenzó a leer a sus amigos los libros que le prestaba don Lacqua: Guerino Meschino, La historia de Bertoldo, Los Pares de Francia. Tuvo éxito fulminante. <<Todos me querían en el establo -cuenta él-. A mis compañeros se unía gente de toda edad y condición. Todos gozaban pudiendo pasar la velada escuchando sin moverse al pobre lector de pied sobre un banco para que todos pudieran verlo>>. Escribe aún: <<Antes y después de mis cuentos, hacíamos todos la señal de la Santa Cruz con el rezo del Avemaría>>.
En el buen tiempo las cosas cambian. Las historias ya no interesan. Para reunir a sus amigos, Juan comprende que debe hacer algo <<maravilloso>>. Pero, ¿qué?
Las trompetas de los saltimbanquis resuenan en la colina vecina. Es día de feria. Juan va con su madre. La gente compra, vende, discute, enreda. Y se divierte. Se amontona alrededor de los prestidigitadores y de los acróbatas. Juegos de prestigio, ejercicios de destreza hascen quedarse con la boca abierta a los campesinos. He aquí lo que podría hacer también él. Es preciso que se ponga a estudiar los secretos de los equilibristas y los trucos de los prestidigitadores.
Pero los grandes espectáculos se ven sólo en las fiestas patronales: los equilibristas bailan en la cuerda, los prestidigitadores hacen el <<juego de los cubiletes>>. Es decir, los juegos de prestigio más espectaculares: sacar palomas y conejos de los sombreros, hacer desaparecer a una persona, partirla en dos partes y luego hacerla aparecer íntegra. Muy admirados son también los <<sacamuelas sin dolor>>.
Pero para ver estos espectáculos se paga el billete, dos perras. ¿De dónde sacarlas? Margarita, consultada, responde:
-Arréglate como quieras, pero no me pidas dinero. No lo tengo.
Juan se arregla. Caza pájarons y los vende, fabrica cestos y jaulas y los contrata con los ambulantes, recoge hierbas medicinales y las lleva al boticario de Castelnuovo.
De este modo logra ponerse en las primeras filas de los espectáculos. Observando atentamente, comprende el equilibrio que en la cuerda da aquella asta larga y sutil que se llama el <<balancín>>, nota el rápido movimiento de los dedos que esconden el truco de los prestidigitadores.
En casa intenta hacer los primeros juegos. <<Me ejercitaba en ellos días y días hasta aprenderlos.>> Para hacer salir los conejos del sombrero, para caminar sobre la cuerda, hacen falta meses de ejercicio, de constancia, de porrazos. <<Puede ser que no me creáis -escribe Don Bosco-, pero a mis once años hacía juegos de manos, daba el salto mortal, hacía la golondirna, caminaba con las manos andaba, saltaba y bailaba sobre la cuerda como un profesional>>.
Una tarde de domingo, en pleno verano, Juan anuncia a los amigos su primer espectácilo. Sobre una alfombra de sacos extendidos sobre la hierva, hace milagros de equilibrio con frascos y cacerolas sostenidos en la punta de la nariz. Hace abrir la boca a un pequeño espectador y saca de él decenas de pelotitas coloradas. Trabaja con la varita mágica. Y, al final, salta sobre la cuerda y camina por ella entre los aplausos de los amigos.
La voz corre de casa en casa. El público crece: pequeños y grandes, muchachas y muchachos, incluso personas ancianas. Son los mismos que en los establos le oían leer Los Pares de Francia. Ahora le ven hacer salir de la narizota de un campesino ingenuo una fuente de monedas, cambiar el agua en vino, multiplicar los huecos, abrir el bolso de una señora y hacer volar una paloma viva. Ríen, aplauden con las manos.
Antes del numero final, sacaba del bolsillo el Rosario, se arrodillaba e invitaba a todos a rezar. O repetía el sermín escuchando por la mañana en la parroquia. Era la oferta que pedía a su público, el billete que hacía pagar a pequeños y grandes.
Luego, el final brillante. Ataba una cuerda a dos árboles, se subía, caminaba sosteniendo un rudimental balancín, entre silencios repentinos y ovaciones frenéticas. <<Después de algunas horas de estas recreaciones -escribe-, cuando yo estaba bien cansado, cesaban todos los juegos, se hacía una breve oración y cada uno se iba a su casa>>.
PISTA DE REFLEXIÓN
Juan Bosco no sólo hacía que sus compañeros se divirtieran, sino que los invitaba a rezar. Rezar quiere decir hablar con Dios, y es una de las cosas más importantes de la vida.
¿Rezo durante el día?
¿Por la mañana?, ¿el domingo, participando en la Misa?, ¿antes de las acciones más importantes pido al Señor que me ayude?, ¿despiés de un acontecimiento feliz le digo <<gracias>>?.
Después de haberle ofendido, ¿le pido perdón?
¿Le rezó por mi papá, mi mamá, mis seres queridos?
ORACIÓN
Oh Padre y maestro de la juventud, San Juan Bosco, que tanto trabajaste por la salvación de las almas, sé nuestro guía en buscar nuestra salvación y la salvación del prójimo.
Ayúdanos a vencer las pasiones y cuidar el respeto humano.
Enséñanos a amar a Jesús Sacramentado, a María Santísima Auxiliadora y a la Iglesia.
Alcánzanos de Dios una santa muerte para que podamos encontrarnos juntos en el cielo. Amén.

domingo, 1 de enero de 2017

Un mes con Don Bosco DIA 01

En el libro de sus memorias, Don Bosco contó: <<A los nueve años tuve un sueño que me quedó profundamente grabado en la mente para toda la vida. Me pareció estar junto a mi casa, en un paraje bastante espacioso, donde había reunida una muchedumbre de chiquillos en pleno juego. Unos reían, otros jugaban, muchos blasfemaban. Al oír aquellas blasfemias, me metí en medio de ellos para hacerlos callar a puñetazos e insultos.
En aquel momento apareció un hombre muy respetable, de varonil aspecto, noblemente vestido. Un blanco manto le cubría de arriba abajo; pero su rostro era luminoso, tanto que no se podía fijar en él la mirada. Me llamó por mi nombre y me mandó ponerme al frente de aquellos muchachos, añadiendo estas palabras:
-No con golpes, sino con la mansedumbre y la caridad deberás ganarte a estos tus amigos. Ponte, pues, ahora mismo a enseñarles que el pecado es una cosa mala, y que la amistad con el Señor es un bien precioso.
Aturdido y espantado, dijo que yo era un pobre muchacho ignorante, incapaz de hablar de religión a aquellos jovencitos. En aquel momento, los muchachos cesaron en sus riñas, alborotos y blasfemias y rodearon al que hablaba. Sin saber casi lo que me decía, añadí:
-¿Quién sois vos para mandarme estos imposibles?
-Precisamente porque esto te parece imposible, debes convertirlo en posible por la obediencia y la adquisición de la ciencia.
-¿Cómo podré adquirir la ciencia?
-Yo te daré la maestra, bajo cuya disciplina podrás llegar a ser sabio y sin la cual toda sabiduría se convierte en necedad.
-Pero, ¿quién sois vos?
-Yo soy el Hijo de Aquella a quien tu madre te acostumbró a saludar tres veces al día.
-Mi madre me dice que no me junte con los que no conozco sin su permiso; decidme, por tanto, vuestro nombre.
-Mi nombre pregúntaselo a mi Madre.
En aquel momento vi junto a él una Señora de aspecto majestuoso, vestida con un manto que resplandecía por todas partes, como si cada uno de sus puntos fuera una estrella refulgente. La cual, viéndome cada vez más desconcertado en mis preguntas y respuestas, me indicó que me acercase a ella, y tomándome bondadosamente de la mano me dijo:
-Mira.
Mire y me di cuenta de que aquellos muchachos habían escapado. En su lugar vi una multitud de cabritos, perros, gatos, osos y otros varios animales. La Señora majestuosa me dijo:
-He aquí tu campo, he aquí donde debes trabajar. Hazte humilde, fuerte y robusto, y lo que veas que ocurre en estos momentos con estos animales, lo deberás tú hacer con mis hijos.
Volví entonces la mirada y, en vez de los animales feroces, aparecieron otros tantos mansos corderillos que, haciendo fiestas al Hombre y a la Señora, seguían saltando y bailando a su alrededor. En aquel momento, siempre en sueños, me eche a llorar. Pedí que se me hablara de modo que pudiera comprender, pues no alcanzaba a entender qué quería significar todo aquello. Entones ella me puso la mano sobre la cabeza y me dijo:
-A su debido tiempo todo lo comprenderás.
Dicho esto, un ruido me despertó y desapareció la visión. Quedé muy aturdido. Me parecía que tenía deshechas las manos por los puñetazos que había dado y que me dolía la cara por las bofetadas recibidas.
Por la mañana conté enseguida aquel sueño: primero a mis hermanos, que se echaron a reír, y luego a mi madre y a la abuela. Cada uno lo interpretaba a su manera. Mi hermano José decía: “Tú serás pastor de cabras, ovejas y otros animales”. Mi madre: “¡Quién sabe si un día serás sacerdote!”. Antonio, con dureza: “Tal vez, capitán del bandoleros”. Pero la abuela, analfabeta del todo, con ribetes de teólogo, dio la sentencia definitiva: “No hay que hacer caso de los sueños”. Yo era de la opinión de mi abuela, pero nunca pude echar en olvido aquel sueño>>
PISTA DE REFLEXIÓN
El Señor pide al muchacho Juan Bosco que no pegue a sus compañeros, sino que los trate con bondad y caridad.
Me lo pide a mí también.
¿Sé vencer la violencia? ¿Logro dominarme cuando tendría ganas de insultar, decir palabrotas, pegar?
¿Soy bueno? ¿Sé perdonar, ser gentil, también con quien es antipático? ¿Tengo caridad? Es decir, ¿hago el bien a los demás aún cuando me cuesta?
ORACIÓN
Oh Padre y maestro de la juventud, San Juan Bosco, que tanto trabajaste por la salvación de las almas, sé nuestro guía en buscar nuestra salvación y la salvación del prójimo.
Ayúdanos a vencer las pasiones y cuidar el respeto humano.
Enséñanos a amar a Jesús Sacramentado, a María Santísima Auxiliadora y a la Iglesia.
Alcánzanos de Dios una santa muerte para que podamos encontrarnos juntos en el cielo. Amén.

martes, 12 de mayo de 2015

MARIA MAZZARELLO

María Dominga Mazzarello, nació el 9 de mayo de 1837 en Mornese, Italia. Siendo una sencilla campesina, pobre e ignorante, llegó a ser la Fundadora de la que es hoy la segunda Comunidad religiosa femenina en el mundo (en cuanto a número de sus religiosas), la Comunidad de hermanas Salesianas, Hijas de María Auxiliadora.
Desde pequeña se sintió atraída por el servicio a Dios y a los demás.  Cuando tiene 15 años, estalla en su ciudad natal una terrible epidemia de Tifo Negro y ella se dedica a atender a los enfermos con enorme generosidad y logra que muchos sanen y salven su vida.  Pero ella se contagia y llega al extremo de que ya todos creen que se va a morir y pierde muco de la salud física, pero Dios la tenía destinada a cosas mayores.

Fundó en su pueblo un "Oratorio" o escuela de catecismo para la niñez femenina. Ella y sus amigas les enseñaban costura y otras artes caseras, mientras iban consiguiendo que las jovencitas aprendieran muy bien la religión, observaran excelente comportamiento en casa, fueran a misa y recibieran los sacramentos. Paralelamente, San Juan Bosco utilizaba en Turín una metodología similar, pero aplicada a los varones.
El Padre Pestarino observó que en María Mazzarello y sus amigas había gran caridad para con los necesitados y un enorme amor a Dios, además de fuertes deseos de conseguir la santidad. Entonces las reunió en una Asociación Juvenil que se llamó "De María Inmaculada". El mismo las confesaba, les daba instrucción religiosa.
En el transcurso de un viaje, el Padre Pestarino se encontró con Don Bosco, quien en ese momento se encontraba meditando acerca de la posibilidad de ampliar sus enseñanzas también a las niñas pobres. Pestarino, le contó la obra que realizaba junto con María Mazzarello y lo invitó a conocerla personalmente. Así, el 7 de octubre de 1864, Don Bosco fue por primera vez a Mornese. 
Don Bosco constató que aquellas muchachas que dirigía el Padre Pestarino eran excelentes candidatas para ser religiosas, y con ellas fundó la Comunidad de Hijas de María Auxiliadora, o salesianas, que hoy en día son más de 16,000 en 75 países.
Como superiora de la nueva Comunidad fue elegida por unanimidad María Mazzarello y aunque ella se negaba a aceptar, diciendo que era una mujer muy ignorante, sin embargo Don Bosco respondió "Dios le ha dado unas excelentes cualidades para ser superiora y muy bien se merece su cargo".
María Mazzarello apenas sabía leer y escribir.  Y siendo Superiora General estudió el cuarto de primaria entre las niñas pequeñas, cuando ella ya tenía 34 años.  Era un ejemplo que impresionaba mucho.
El Papa Pío Nono aprobó la nueva congregación, el 5 de agosto de 1872. María Mazzarello fue superiora general hasta el día de su muerte, el 14 de mayo de 1881. Sus tres grandes amores fueron la Eucaristía, María Auxiliadora y la juventud pobre, a la que educó y salvó.

viernes, 16 de enero de 2015

PRIMERAS COMUNIONES Y CONFIRMACIONES


PRIMERAS COMUNIONES Y CONFIRMACIONES
En nuestro colegio, los niños de tercer grado hacen su Primera Comunión y los niños de cuarto grado su Confirmación.
Para ello se preparan con su maestra catequista y son acompañados por Sor Irene Palomo.
Los Padres de Familia tienen una labor sumamente importante ya que en su hogar dan testimonio de amor de Dios a sus hijos y refuerzan la Educación en la Fe que reciben los niños en el colegio.
Es por eso que el colegio pide llevar a las familias una preparación en la Fe con material sumamente enriquecedor en sesiones mensuales.
Una decisión que los Padres de Familia deben tomar al estar preparando a sus hijos para estos sacramentos es la Elección de Padrinos.
Por tanto, les recordamos que la Primera Comunión y la Confirmación son sacramentos de iniciación cristiana, celebraciones de gran relevancia.
Según el catecismo de la iglesia católica dice que conviene que sean los mismos padrinos de bautizo y así acompañen a su ahijado en todo su crecimiento espiritual.
Sin embargo, hay quienes prefieren que sea otra persona diferente; pero sea cual sea la decisión respecto a la elección de los padrinos, debe ser tomada a la luz de la oración por los padres y es importante tener en cuenta lo siguiente:
- Es requisito asistir a las Juntas que se programen tanto papás como padrinos y serán 5 sesiones.
- Los padrinos proporcionan ayuda espiritual a lo largo del crecimiento de su ahijado.
- Tienen el compromiso de dar especial atención a su ahijado procurando que lleve una vida cristiana congruente, vigilando su crecimiento tanto espiritual como ser humano.
- A falta de los padres, los padrinos son los responsables de la educación cristiana de su ahijado.
- Los padrinos deben ser personas mayores de edad (18 años), estar bautizados, confirmados y haber recibido con anterioridad el sacramento de la Eucaristía.
- Pueden ser solteros o casados (si es una persona casada debe estar su matrimonio sacramentado, es decir, casados por la Iglesia Católica).  Si es una persona soltera será 1 padrino o madrina, si es una persona casada deben ser ambos.
- Los padrinos deben ser personas capaces de realizar la misión de guiar y tener la intención de desempeñarla.
- Deben ser personas con una vida congruente con la fe y con la misión que van a asumir.
- Que esté consciente de que al ser padrino se adquiere un compromiso para toda la vida, que este no se rompe al cambiarse de casa o al mudarse de ciudad, o bien al disgustarse con los padres.
- Los padrinos no deben elegirse por presiones sociales u otros criterios que en un futuro pueden cambiar (como compromisos de relaciones de trabajo o negocios, amistades que no conocemos bien, situaciones económicas, por imposición de terceras personas, etc.)
PRIMERA COMUNION
CONFIRMACION
Papelería Padrinos:
-    Boleta de Bautizo (Original y Copia)
-    Boleta de Primera Comunión
(Original y Copia)
-    Boleta de Confirmación          
(Original y Copia)
-    Si son casados, Acta de matrimonio religioso    (Original y Copia)
Papelería Padrinos:
-Boleta de Bautizo (Original y Copia)
- Boleta de Primera Comunión  
(Original y Copia)
- Boleta de Confirmación          
(Original y Copia)
- Si son casados, Acta de matrimonio religioso
(Original y Copia)
Papelería Alumnos:
-     Acta de Nacimiento actualizada (Original y Copia)
-     Boleta de Bautismo (Original y Copia)
Papelería Alumnos:
- Acta de Nacimiento actualizada (Original y Copia)
- Boleta de Bautismo (Original y Copia)
- Boleta de Primera Comunión (Original y Copia)
Una vez cotejados los documentos, se regresará el original.
Pueden dejar la papelería en Recepción del colegio en sobre cerrado con nombre del niñ@ y grado o enviarla con su hij@    Fecha límite martes 20-Enero-2014 

Quien no entregue papelería, entendemos que ustedes deciden que su hij@ tenga su sacramento en otro lugar o en otro año.    DUDAS PERSONALMENTE CON SOR IRENE PALOMO.

miércoles, 9 de abril de 2014

DOMINGO DE RESURRECCION

La Resurrección es fuente de profunda alegría. 
A partir de ella, los cristianos no podemos vivir más con caras tristes. 
Contempla los lugares donde Cristo se apareció después de Su Resurrección



Domingo de Resurrección

Importancia de la fiesta

El Domingo de Resurrección o de Pascua es la fiesta más importante para todos los católicos, ya que con la Resurrección de Jesús es cuando adquiere sentido toda nuestra religión.

Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del Cielo. En la Misa dominical recordamos de una manera especial esta gran alegría. Se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo resucitado y que permanecerá prendido hasta el día de la Ascensión, cuando Jesús sube al Cielo.

La Resurrección de Jesús es un hecho histórico, cuyas pruebas entre otras, son el sepulcro vacío y las numerosas apariciones de Jesucristo a sus apóstoles.

Cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la derrota del pecado y de la muerte.

En la resurrección encontramos la clave de la esperanza cristiana: si Jesús está vivo y está junto a nosotros, ¿qué podemos temer?, ¿qué nos puede preocupar? 

Cualquier sufrimiento adquiere sentido con la Resurrección, pues podemos estar seguros de que, después de una corta vida en la tierra, si hemos sido fieles, llegaremos a una vida nueva y eterna, en la que gozaremos de Dios para siempre.

San Pablo nos dice: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (I Corintios 15,14)

Si Jesús no hubiera resucitado, sus palabras hubieran quedado en el aire, sus promesas hubieran quedado sin cumplirse y dudaríamos que fuera realmente Dios.

Pero, como Jesús sí resucitó, entonces sabemos que venció a la muerte y al pecado; sabemos que Jesús es Dios, sabemos que nosotros resucitaremos también, sabemos que ganó para nosotros la vida eterna y de esta manera, toda nuestra vida adquiere sentido.

La Resurrección es fuente de profunda alegría. A partir de ella, los cristianos no podemos vivir más con caras tristes. Debemos tener cara de resucitados, demostrar al mundo nuestra alegría porque Jesús ha vencido a la muerte.

La Resurrección es una luz para los hombres y cada cristiano debe irradiar esa misma luz a todos los hombres haciéndolos partícipes de la alegría de la Resurrección por medio de sus palabras, su testimonio y su trabajo apostólico.

Debemos estar verdaderamente alegres por la Resurrección de Jesucristo, nuestro Señor. En este tiempo de Pascua que comienza, debemos aprovechar todas las gracias que Dios nos da para crecer en nuestra fe y ser mejores cristianos. Vivamos con profundidad este tiempo.

Con el Domingo de Resurrección comienza un Tiempo pascual, en el que recordamos el tiempo que Jesús permaneció con los apóstoles antes de subir a los cielos, durante la fiesta de la Ascensión.

VIERNES SANTO

Día en que crucificaron a Cristo en el Calvario. 
Cómo rezar el Via Crucis. La Virgen de la Soledad



Viernes Santo
En este día recordamos cuando Jesús muere en la cruz para salvarnos del pecado y darnos la vida eterna. El sacerdote lee la pasión de Cristo en la liturgia de la Adoración a la cruz. Ese día no se celebra la Santa Misa.

En las iglesias, las imágenes se cubren con una tela morada al igual que el crucifijo y el sagrario está abierto en señal de que Jesús no está.

El color morado en la liturgia de la Iglesia significa luto. Se viste de negro la imagen de la Virgen en señal de luto por la muerte de su Hijo.

Podemos recordar leyendo el Evangelio de San Juan, capítulo 18, versículos 1-19, 42.

¿Cómo podemos vivir este día? 

Este día manda la Iglesia guardar el ayuno y la abstinencia. 
Se acostumbra rezar el Vía Crucis y meditar en las Siete Palabras de Jesús en la cruz. 
Se participa en la Liturgia de Adoración a la Cruz con mucho amor, respeto y devoción. 
Se trata de acompañar a Jesús en su sufrimiento.
A las tres de la tarde, recordamos la crucifixión de Jesús rezando el Credo.

¿Cómo se reza un Via Crucis?

Esta costumbre viene desde finales del siglo V, cuando los cristianos en Jerusalén, se reunían por la mañana del Viernes Santo a venerar la cruz de Jesús. Volvían a reunirse al empezar la tarde para escuchar la lectura de la Pasión.

El Via Crucis es una manera de recordar la pasión de Jesús y de revivir con Él y acompañarlo en los sufrimientos que tuvo en el camino al Calvario.

Se divide en catorce estaciones que narran, paso a paso, la Pasión de Cristo desde que es condenado a muerte hasta que es colocado en el sepulcro.

El Via Crucis se reza caminando en procesión, como simbolismo del camino que tuvo que recorrer Jesús hasta el Monte Calvario. Hasta adelante, alguno de los participantes lleva una cruz grande y es el que preside la procesión. Se hacen paradas a lo largo del camino para reflexionar en cada una de las estaciones, mediante alguna lectura específica.

Si se desea, después de escuchar con atención la estación que se medita y al final de cada una, se puede rezar un Padrenuestro, mientras se camina hasta la siguiente estación. El que lleva la cruz, se la puede pasar a otra persona

JUEVES SANTO

Jueves en que Cristo instituyó el sacramento de la Eucaristía, 
también conocido como la Última Cena.



Jueves Santo
Significado de la celebración

El Jueves Santo se celebra: 
•  La Última Cena,
•  El Lavatorio de los pies,
•  La institución de la Eucaristía y del Sacerdocio
•  La oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní.


En la Misa vespertina, antes del ofertorio, el sacerdote celebrante toma una toalla y una bandeja con agua y lava los pies de doce varones, recordando el mismo gesto de Jesús con sus apóstoles en la Última Cena.


La Institución de  Eucaristía 


Este es el día en que se instituyó la Eucaristía, el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo las especies de pan y vino. Cristo tuvo la Última Cena con sus apóstoles y por el gran amor que nos tiene, se quedó con nosotros en la Eucaristía, para guiarnos en el camino de la salvación. 
Todos estamos invitados a celebrar la cena instituida por Jesús. Esta noche santa, Cristo nos deja su Cuerpo y su Sangre. Revivamos este gran don y comprometámonos a servir a nuestros hermanos.


El lavatorio de los pies


Jesús en este pasaje del Evangelio nos enseña a servir con humildad y de corazón a los demás. Este es el mejor camino para seguir a Jesús y para demostrarle nuestra fe en Él. Recordar que esta no es la única vez que Jesús nos habla acerca del servicio. Debemos procurar esta virtud para nuestra vida de todos los días. Vivir como servidores unos de otros




Los monumentos y la visita de las siete iglesias


Se acostumbra, después de la Misa vespertina, hacer un monumento para resaltar la Eucaristía y exponerla de una manera solemne para la adoración de los fieles. 
La Iglesia pide dedicar un momento de adoración y de agradecimiento a Jesús, un acompañar a Jesús en la oración del huerto. Es por esta razón que las Iglesias preparan sus monumentos. Este es un día solemne
.

En la visita de las siete iglesias o siete templos, se acostumbra llevar a cabo una breve oración en la que se dan gracias al Señor por todo su amor al quedarse con nosotros. Esto se hace en siete templos diferentes y simboliza el ir y venir de Jesús en la noche de la traición. Es a lo que refieren cuando dicen “traerte de Herodes a Pilatos”. 




Viernes Santo
Día en que crucificaron a Cristo en el Calvario. Cómo rezar el Via Crucis. La Virgen de la Soledad


Viernes Santo
En este día recordamos cuando Jesús muere en la cruz para salvarnos del pecado y darnos la vida eterna. El sacerdote lee la pasión de Cristo en la liturgia de la Adoración a la cruz. Ese día no se celebra la Santa Misa.

En las iglesias, las imágenes se cubren con una tela morada al igual que el crucifijo y el sagrario está abierto en señal de que Jesús no está.

El color morado en la liturgia de la Iglesia significa luto. Se viste de negro la imagen de la Virgen en señal de luto por la muerte de su Hijo.

Podemos recordar leyendo el Evangelio de San Juan, capítulo 18, versículos 1-19, 42.

¿Cómo podemos vivir este día? 

Este día manda la Iglesia guardar el ayuno y la abstinencia. 
Se acostumbra rezar el Vía Crucis y meditar en las Siete Palabras de Jesús en la cruz. 
Se participa en la Liturgia de Adoración a la Cruz con mucho amor, respeto y devoción. 
Se trata de acompañar a Jesús en su sufrimiento.
A las tres de la tarde, recordamos la crucifixión de Jesús rezando el Credo.

¿Cómo se reza un Via Crucis?

Esta costumbre viene desde finales del siglo V, cuando los cristianos en Jerusalén, se reunían por la mañana del Viernes Santo a venerar la cruz de Jesús. Volvían a reunirse al empezar la tarde para escuchar la lectura de la Pasión.

El Via Crucis es una manera de recordar la pasión de Jesús y de revivir con Él y acompañarlo en los sufrimientos que tuvo en el camino al Calvario.

Se divide en catorce estaciones que narran, paso a paso, la Pasión de Cristo desde que es condenado a muerte hasta que es colocado en el sepulcro.

El Via Crucis se reza caminando en procesión, como simbolismo del camino que tuvo que recorrer Jesús hasta el Monte Calvario. Hasta adelante, alguno de los participantes lleva una cruz grande y es el que preside la procesión. Se hacen paradas a lo largo del camino para reflexionar en cada una de las estaciones, mediante alguna lectura específica.

Si se desea, después de escuchar con atención la estación que se medita y al final de cada una, se puede rezar un Padrenuestro, mientras se camina hasta la siguiente estación. El que lleva la cruz, se la puede pasar a otra persona


Domingo de Resurrección
La Resurrección es fuente de profunda alegría. A partir de ella, los cristianos no podemos vivir más con caras tristes. Contempla los lugares donde Cristo se apareció después de Su Resurrección


Domingo de Resurrección

Importancia de la fiesta

El Domingo de Resurrección o de Pascua es la fiesta más importante para todos los católicos, ya que con la Resurrección de Jesús es cuando adquiere sentido toda nuestra religión.

Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del Cielo. En la Misa dominical recordamos de una manera especial esta gran alegría. Se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo resucitado y que permanecerá prendido hasta el día de la Ascensión, cuando Jesús sube al Cielo.

La Resurrección de Jesús es un hecho histórico, cuyas pruebas entre otras, son el sepulcro vacío y las numerosas apariciones de Jesucristo a sus apóstoles.

Cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la derrota del pecado y de la muerte.

En la resurrección encontramos la clave de la esperanza cristiana: si Jesús está vivo y está junto a nosotros, ¿qué podemos temer?, ¿qué nos puede preocupar? 

Cualquier sufrimiento adquiere sentido con la Resurrección, pues podemos estar seguros de que, después de una corta vida en la tierra, si hemos sido fieles, llegaremos a una vida nueva y eterna, en la que gozaremos de Dios para siempre.

San Pablo nos dice: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (I Corintios 15,14)

Si Jesús no hubiera resucitado, sus palabras hubieran quedado en el aire, sus promesas hubieran quedado sin cumplirse y dudaríamos que fuera realmente Dios.

Pero, como Jesús sí resucitó, entonces sabemos que venció a la muerte y al pecado; sabemos que Jesús es Dios, sabemos que nosotros resucitaremos también, sabemos que ganó para nosotros la vida eterna y de esta manera, toda nuestra vida adquiere sentido.

La Resurrección es fuente de profunda alegría. A partir de ella, los cristianos no podemos vivir más con caras tristes. Debemos tener cara de resucitados, demostrar al mundo nuestra alegría porque Jesús ha vencido a la muerte.

La Resurrección es una luz para los hombres y cada cristiano debe irradiar esa misma luz a todos los hombres haciéndolos partícipes de la alegría de la Resurrección por medio de sus palabras, su testimonio y su trabajo apostólico.

Debemos estar verdaderamente alegres por la Resurrección de Jesucristo, nuestro Señor. En este tiempo de Pascua que comienza, debemos aprovechar todas las gracias que Dios nos da para crecer en nuestra fe y ser mejores cristianos. Vivamos con profundidad este tiempo.

Con el Domingo de Resurrección comienza un Tiempo pascual, en el que recordamos el tiempo que Jesús permaneció con los apóstoles antes de subir a los cielos, durante la fiesta de la Ascensión.