Las palabras expresas de Cristo:
«Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies». Juan Pablo II,
en mayo del 2001.
Preocupado por la situación de los jóvenes «sedientos de valores y muchas veces incapaces
de encontrar el camino que a ello conduce». Como en la actualidad aun se vive,
nos recuerda ahora, que «Sí: sólo Cristo
es el Camino, la Verdad y la Vida,
es necesario hacerles encontrar
al Señor y ayudarles a establecer con Él una relación profunda. Jesús debe
entrar en su mundo, asumir su historia y abrirle su corazón, para que se
dispongan a conocerlo siempre más, a medida que siguen las huellas de su amor».
Me preocupa y me ocupa el cómo los jóvenes de hoy tienen sus pensamientos puestos en el poco
esfuerzo de ese encuentro con Cristo, por temor al compromiso, por egoísmo, en
fin por tantas ocupaciones cotidianas que tienen los jóvenes. Pero es entonces
cuando me pregunto ¿qué hacer para que el joven tenga ese encuentro con
Cristo? Y he obtenido esta respuesta,
primero darlo a conocer con el testimonio de vida, una vida de amor, entrega,
servicio, alegría, que nosotros los adultos podemos dar.
Lic. Genoveva Chávez Rendón
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